Tomamos el esperado vuelo con destino a Bissaü.

Llegada al aeropuerto internacional Osvaldo Vieira, y traslado al hotel en el corazón de la ciudad de Bissaü.

El resto del día será libre para comenzar a impregnarnos de la esencia africana que nos espera en los siguientes días.

Hoy nos dirigimos a Bafatá, habitada por las etnias Fulani y Mandinga.

Fue una importante ciudad en la época colonial portuguesa, y ese pasado reluce de una manera muy especial mostrando el paso de los años en sus edificios delicadamente abandonados. La decoración colonial en las avenidas y el colorido de las gentes inmersas en los mercados, transmiten una calma peculiar, de una belleza distinta.

Además Bafatá es el lugar de nacimiento del héroe nacional Amilcar Lópes Cabral, figura fundamental de la independencia de Portugal.

Después de comer iremos a Tabato, un pequeño pueblo Mandinga donde nos recibirán al estilo tradicional, al ritmo de un griot con su xilófono. Estos músicos eran las antiguas bibliotecas, los reporteros del pasado Mandinga hasta que llegó la escritura a sus manos.

Salimos bien temprano hacia la costa.

Paramos primero en Cacheu, antigua ciudad colonial portuguesa, donde las viejas fortalezas que visitamos así lo atestiguan. También fue un importante punto para el comercio de esclavos, sobre el cual aprenderemos más en el pequeño museo que describe su trata.

Después conducimos hasta Manjaco, donde conoceremos a los Bassarel y parte de su historia, tradición y cultura. Allí, el orgulloso rey de la aldea nos conducirá hasta el Palacio del Bosque Sagrado.

Seguimos camino hasta Canchungo donde haremos noche.

Conoceremos a la etnia Pepel, una de las más numerosas de Guinea Bissau, fieles conservadores de sus creencias animistas, como el significado mágico que dan a los tejidos, pero con la particularidad de vivir en un entorno urbano.

En Quinhamel, a dónde vamos hoy, tienen su núcleo de población más destacado. Exploraremos su templo sagrado más importante y visitaremos la destilería de ron guineano más antigua del país, que lleva funcionando con la misma máquina desde el año 1945.

Hoy estamos de suerte.

Tras un viaje en lancha rápida, llegamos al archipiélago de las Bijagó, una auténtica joya casi intacta.

Las Bijagó son 88 remotas islas, que forman el archipiélago más grande de África. Sólo 21 están habitadas por la etnia Bijagó, una antigua sociedad matriarcal que conserva toda su tradición. Además, las islas están envueltas en selvas frondosas, playas vírgenes y curiosa fauna.

Al llegar nos iremos de caminata, 40 minutos por los senderos de la selva, hasta uno de los sitios más reverenciados por los habitantes: Okinka Pampa, donde se ocultan las tumbas de las Reinas.

De regreso al hotel ya solo nos queda relajarnos en la fina arena de la playa y cenar alguna especialidad local.

Aquí vive uno de los hipopótamos más raros y esquivos del mundo, el de agua salada. Antes de navegar hacia Rubane, intentaremos verlo en su hábitat natural.

Por la tarde salimos hacia Rubane, navegando entre islas de profunda selva y playas de arena dorada.

Al llegar conocemos mejor a la comunidad Bijagó visitando un campo de arroz, y si hay tiempo, un paseo por el bosque nos mostrará aún más la riqueza de flora y fauna que nos rodean.

En este día haremos una visita a Bubaque, la isla más occidentalizada del archipiélago con su pequeño puerto. Aquí pasearemos por sus calles polvorientas, con casas antiguas donde pueden faltar muchas cosas, pero nunca la sonrisa con el viajero.

Visitaremos una antigua fábrica de aceite de palma que exportaba a Alemania.

De vuelta a Rubane por el precioso canal que separa las islas, ya nos podremos tomar tranquilamente una bebida mientras cae el atardecer.

Por la mañana salimos hacia Bissau, pero antes haremos una breve parada en Bolama, que durante casi un siglo fue capital del país, testigo de ello son sus viejos edificios coloniales abandonados que forman avenidas llenas de un encanto peculiar.

Este pasado portugués se sigue viendo también en Bissau, la actual capital del país, donde los edificios y antiguas mansiones coloniales entre las calles polvorientas forman un marco único. Destaca la visita al enorme fuerte militar que data de la época esclavista.

Hoy vamos a asistir a un espectáculo único en el mundo, el Carnaval étnico de Bissaü.

De una manera increíble entre todas las culturas del mundo, aquí en Guinea Bissau el Carnaval es puramente étnico, es como un escaparate donde observar los disfraces propios de cada etnia, cada uno con su historia, orgullo y belleza.

Las tabankas (aldeas) de todo el país envían a la capital a sus mejores bailarines y danzantes vestidos con sus más coloridas galas, lo que hace que el espectáculo sea fantástico, lleno de música, bailes, piruetas, máscaras, disfraces y colores. Un auténtico redoble para los sentidos que nos envuelve durante horas.

A pesar de ser hoy el último día, lo vamos a disfrutar al máximo.

Nos vamos bien temprano al Carnaval, que sigue circulando por las calles de la ciudad en su único y maravilloso caos de música, bailes, donde nos impresionarán los Gigantones que representan a los temidos monstruos y malos espíritus del mundo animista, en una desinhibición sin igual de las etnias.

Por la tarde tomamos el avión de vuelta, no sin antes despedirnos hasta más ver de un país con un ritmo imparable, un pasado inmortal y unas encantadoras etnias envueltas en tradiciones ancestrales que cobran vida más allá de la imaginación, en el anhelado paraíso africano de las Bijagó.

Llegada a ciudad de origen y fin de nuestros servicios.

EL ORDEN DE ESTE ITINERARIO PUEDE VARIAR, SIN AFECTAR AL CONTENIDO DE LAS VISITAS.