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Mauritania
De tradición y cultura nómada, Mauritania ha forjado sus bases en antiguas ciudades que servían de resguardo a las caravanas que transitaban su territorio con fines comerciales, de tráfico de oro, sal y especias.
Pero no todos se aventuran sobre estos mares de arena, sólo aquellos cuya sabiduría se ha cultivado con el pasar de los años, siglos, se animan a adentrarse en este vasto territorio que, según la perspectiva del viajero, se torna infinito. Ahora bien, recuerden algo que siempre la Calima repite, el desierto no es de nadie.
Con una población que supera los 4 millones de habitantes, es importante ilustrar y relatar su origen. Con una parte de procedencia árabe-bereber y otra de antiguos esclavos liberados, es imposible no destacar la riqueza cultural de esta tierra que se nutre de antiguos imperios africanos, donde se mezclan formas de vida, culturas nómadas de caravanas y compañías dromedarias, con el mínimo sedentarismo que se enclava en pequeños oasis, lugar donde el gran tesoro se encuentra formado por ojos de agua inhóspitos y fabulosos palmerales de dátiles que se levantan sobre la arena con tal fuerza que hacen que uno quede totalmente pasmado.


Información Importante
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África Negra como los Mandingas que dieron origen a los Soninké, los Fulani dispersos por el sur y que conforman a los seminómadas Fukakunda o los Wólof provenientes de Senegal, generan un contraste muy interesante al convivir con los Beidan, del árabe Bîdhân que significa blanco.
Pero esto no fue azar, de esos que el destino elige al lanzar una moneda al aire, sino más bien es el resultado de siglos de esclavismo perpetuado por los moros descendientes de los bereberes que al ser expulsados hacia el sur por los árabes han impregnado las venas de estas magníficas tierras con sus costumbres.
¡Cuidado! Actualmente ellos reniegan de su origen cuando los llaman “moros”, con la simpleza que los envuelve, se consideran a secas, solamente árabes.
Y aquí es donde todo se torna mágico pero a su vez irreal, al entender cómo, en medio de estas llanuras de arena fina y dorada, se puede subsistir. Esta es una respuesta que sólo los mauritanos pueden responder, quedando a nuestro imaginario, miles de proezas que a diario sus habitantes sortean.
Las altas temperaturas y el casi inexistente recurso acuífero que azota lo profundo de estos lugares, hacen que cada paso transitado sea un aprendizaje, pero no sólo del haber entendido el cómo lo hacen, sino de valor, de historia y cultura que hoy se respira en el aire de sus zonas.
Entonces, Mauritania no es sólo un desierto furioso de arenas finas, Mauritania no sólo es esclavismo de aquel que puedes observar en alguna película o algún documental, Mauritania es mucho más, es la gentileza, cortesía y bondad de sus habitantes, es el saber y conocimiento en sus bibliotecas milenarias sobre el Corán, la medicina o las matemáticas, es la resistencia de su gente ante tantas adversidades, son sus caravanas de dromedarios y sus haimas de cuero tradicional, sus múltiples culturas y creencias, son los Fulani, los Mandingas, los Beidan, los Tuareg, y todo aquello que rodea, envuelve, a esta magnífica civilización.
¡No te pierdas las bondades de Mauritania!